En el partido de vuelta disputado en Roma, se adelantaron los soviéticos demostrando su superioridad, y no fue hasta los últimos minutos del encuentro, cuando Gianni Rivera anotase el tanto de la honra italiana en la eliminatoria. En su primera eliminatoria derrotó a la selección turca por un global de 7-0, para enfrentarse a la poderosa selección soviética, vigente campeona de Europa.